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Amaya Eguizabal tiene un lenguaje lleno de metáforas y símbolos, una poesía del color que nos transporta

con el apoyo de técnicas mixtas (óleo, ceras, gouaches y lápices de colores entre otros)

El resultado es una obra muy onírica y personal.

Utiliza mucho el papel, además de otros soportes como los lienzos y la tela.

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Lleva tambien muchos años pintando telas, sobre todo seda y a veces algodón o lino

realizando  colecciones de pañuelos totalmente pintados a mano y en piezas únicas.

 

 Amaya Eguizabal estudió Bellas Artes en Madrid, especialidad pintura

pero siempre ha seguido formándose a lo largo de su carrera, lleva ya varios años explorando los tintes con plantas y 

el montaje de tinas de añil fermentada de tradición japonesa.

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